Ser Mamá Activista Intersex
Mi nombre es Macarena, considero que me convertí en activista por los derechos de las personas intersexuales en 2019, cuando nació mi hija con una variación en sus características sexuales, diagnosticada como Hiperplasia Suprarrenal Congénita. En la búsqueda de información y contención, llegué a un grupo de Facebook donde encontré a otras personas atravesando situaciones similares. Ese acompañamiento fue clave. Me permitió entender lo que implicaba esta variación, y fue entonces cuando supe que no podía quedarme en silencio.
Desde entonces, me asumí como una mamá intersex activista, hoy integrante de Argentina Intersex, convencida de que en lugares como Tucumán —y en muchos otros territorios— la intersexualidad sigue siendo invisibilizada. Por eso creo firmemente que es necesario que más madres se involucren, que se animen a levantar la voz para visibilizar, defender los derechos, luchar, y sobre todo, para garantizar una infancia intersex libre de intervenciones quirúrgicas innecesarias.
Ser madre y activista no ha sido fácil. La falta de información y comprensión por parte de otras personas genera resistencias. La paciencia y la sabiduría para explicar que las variaciones sexuales existen y no son una patología se vuelven herramientas fundamentales. Uno de los desafíos más duros fue el alejamiento de personas que no aceptaron nuestra realidad. Sin embargo, lo más importante es que mi hija crezca sabiendo que es amada y aceptada tal como es.
El vinculo con mi hija se fortaleció desde la honestidad. Siempre fuimos transparentes. Aunque es pequeña, su bienestar emocional es una prioridad, y sé que el apoyo familiar será clave a medida que crezca y enfrente nuevas etapas, como la pubertad. Haber participado en la Primera Jornada Intersex y en la mesa de “Familia Intersex” fue una experiencia transformadora. Escuchar a otras madres, compartir miedos, certezas y dudas, me hizo reafirmar que el camino que estoy eligiendo para acompañar a mi hija es el correcto.
Mi forma de educar sobre intersexualidad es simple pero poderosa: contar nuestra historia.
Gracias a la comunidad de activistas intersex encontré contención, respuestas, y sobre todo, fuerza. Ser parte de Argentina Intersex me permite no solo acompañar a mi hija, sino también construir colectivamente un futuro donde las infancias intersex sean respetadas y libres.
Mi mayor deseo como mamá activista es que, el día de mañana, mi hija pueda tomar sus propias decisiones sin barreras ni discriminación, en una sociedad que la incluya. A quienes hoy están atravesando un camino similar, les digo: sean fuertes, crean en ustedes y en sus hijxs. Aunque habrá batallas y pérdidas, también encontrarán personas valiosas en este recorrido. Súmense al activismo. Necesitamos madres, padres y familias comprometidas, que luchen por un presente y un futuro mejor para todas las personas intersex.

